Los modos de representación son la forma en la cual la
información o el conocimiento se almacenan y codifican en la memoria.
En lugar de etapas relacionadas con la edad (por ejemplo,
Piaget), los modos de representación están integrados unos en otros secuencialmente
a medida que se «trasforman» en un nuevo modo de representación.
Representación Enactiva (0 – 1 años)
Este modo de representación es el que aparece primero.
Implica codificar información basada en acciones y almacenarla en nuestra
memoria.
Por ejemplo, en forma de movimiento como memoria muscular,
un bebé podría recordar la acción de sacudir un cascabel.
El niño representa eventos pasados a través de respuestas
motoras, es decir, un bebé «sacudirá un cascabel» que acaba de ser quitado o
caído, como si se esperara que los propios movimientos produjeran el sonido
acostumbrado. Y esto no solo se limita a los niños.
Muchos adultos pueden realizar una variedad de tareas
motoras (mecanografiar, coser una camisa, operar una cortadora de césped) que
les resultaría difícil describir en forma icónica (imagen) o simbólica
(palabra).
Representación Icónica (1 – 6 años)
En este modo de representación la información se almacena
visualmente en forma de imágenes o sea es una representación mental. Para
algunas persones esto es un proceso consciente; mientras que otros afirman que
no lo experimentan.
Esto podría explicar por qué, cuando estamos aprendiendo un
nuevo tema, a menudo es útil utilizar diagramas o ilustraciones para que la
información verbal sea más comprensible.
Representación Simbólica (7 años en adelante)
Es la última etapa de la representación en ser desarrollada.
En este punto es donde la información se almacena en forma de un código o
símbolo, como el idioma.
Esta es la forma de representación más adaptable, ya que las
acciones y las imágenes tienen una relación fija con aquello que representan.
Por ejemplo, el perro es una representación simbólica de una
sola clase.
Los símbolos son flexibles, ya que pueden manipularse,
ordenarse, clasificarse, etc., de modo que el usuario no se ve limitado por
acciones o imágenes.
En la etapa simbólica, el conocimiento se almacena
principalmente como palabras, símbolos matemáticos o en otros sistemas de
símbolos.
La teoría constructivista de Bruner sugiere que es más
eficaz, cuando se enfrenta con información nueva, seguir una progresión desde
la representación enactiva hasta la representación simbólica; esto es cierto
incluso para aquellos estudiantes ya adultos.
El trabajo de Bruner sugiere también que un alumno, incluso de una edad muy temprana, es capaz de aprender cualquier tipo de información siempre y cuando esta esté organizada apropiadamente, lo cual desafía la concepción y creencias de Piaget y otros teóricos de su época.
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